¿Qué es la fobia de impulsión?


La FOBIA DE IMPULSIÓN es el miedo a cometer un acto escandalizador o moralmente inaceptable de forma irreflexiva. 

En la base de la fobia de impulsión encontramos los pensamientos intrusivos, que se definen como pensamientos cuyo contenido se percibe como ajeno o contrario a los valores de la propia persona y que resurgen una y otra vez en su mente. 

La cualidad egosdistónica (que no sintoniza con el yo) de los pensamientos intrusivos es lo que hace que sean pensamientos desagradables, ansiógenos (que producen ansiedad), alarmantes y perturbadores.

Todas las personas tenemos pensamientos intrusivos de forma automática, pero la reacción habitual ante ellos es desecharlos, por inútiles o absurdos, por lo que rápidamente nos olvidamos de los mismos. 

Sin embargo, cuando este pensamiento aparece y ejerce un fuerte impacto en la persona y su reacción no es desecharlo, sino cuestionarse el porqué de su aparición y buscarle un sentido reflexivo, es cuando estos pensamientos intrusivos se convierten en un problema. Esto es la fobia de impulsión, que es lo mismo a fobia obsesiva y que parte del miedo a situaciones potenciales e imaginarias (pensamientos), por lo que es muy diferente a las fobias específicas en las que el miedo es a un objeto o situación concreta.

Por ejemplo, una madre está en la cocina cortando alimentos con un buen cuchillo. De repente su bebé se pone a llorar intensa y largamente. Su mente se activa y sin motivo ni predisposición alguna, realiza una asociación tipo “cuchillo – bebé” que convierte en “¿y si le clavo el cuchillo a mi hijo?“ . Si como decíamos antes descarta el pensamiento, no pasa nada. Pero si este pensamiento la asusta, le genera un malestar subjetivo y empieza a cuestionarse cosas como que a veces se cansa del niño, que su grito es ensordecedor… “¿podría llegar a hacerlo?”. si además es una persona con un sentido moral acentuado, juzga como horrible lo que ha pensado y entra en un dialogo con ella misma y el pensamiento por lo que generará ansiedad, y lo convertirá en un pensamiento amenazante. 

Una vez convertido en pensamiento amenazante tenderá a evitar pensarlo o a confirmar con alguien que este pensamiento no va a suceder realmente. Estas formas de respuesta refuerzan la permanencia del pensamiento intrusivo debido a que confirman que es un pensamiento de una gran importancia emocional, por lo que el pensamiento intrusivo acaba transformándose en pensamiento obsesivo .

La fobia impulsiva la experimentan 1/3 de las personas diagnosticas con trastorno Obsesivo Compulsivo. Pero al ser su naturaleza egodistónica en el contenido del pensamiento obsesivo, la persona suele ser reticente a contarlo porque siente culpa o vergüenza de los pensamientos que le atormentan. 

Los contenidos típicos de pensamientos obsesivos en las fobias de impulsión suelen ser:

  • Agresivos: hacia uno mismo ( tirarse a las vías del tren), hacia los demás, especialmente hacia personas más vulnerables (matar a un niño).
  • Morales y Sexuales: imágenes relacionadas con una orientación sexual contraria a la propia y percibida como inmoral , como por ejemplo imagénes de sexo con animales.

Como podemos ayudarte


La Fobia de impulsión presenta una tonalidad emocional más de disgusto que de miedo (las fobias concretas). Cabe destacar que son más resistentes al tratamiento y más complejas en sí mismas.

Un abordaje cognitivo, en el que se trabajan las creencias de base que producen el trastorno, es el más indicado.

Según Amparo Belloch, Elena Cabedo y Carmen Carrió, “TOC. Obsesiones y Compulsiones: Tratamiento cognitivo del Trastorno Obsesivo Compulsivo” (2011):

Las creencias más significativas en estas personas suelen ser las siguientes:

  • Sobrestimar la importancia del pensamiento
  • El pensamiento se considera moralmente equivalente a la acción.
  • Pensar en algo influye en la probabilidad de que ocurra en la realidad
  • Sobrestimar el peligro
  • Responsabilidad excesiva
  • Importancia de controlar los pensamientos
  • Intolerancia a la incertidumbre
  • Perfeccionismo

Por lo tanto el trabajo en estas creencias e ir elaborando hasta conseguir una reconstrucción cognitiva de las mismas, es uno de los objetivos terapéuticos del tratamiento.

Al tratarse de personas con un estilo de personalidad más bien rígido, es importante trabajar en la flexibilización del mismo.

Acostumbran a ser personas más normativas o con una forma de regulación más bien heteronomica, por lo que es importante fomentar una visión propia a través de la legitimación de su voz y no tanto de las normas impuestas.

En Gabinete Dr. Romeu Barcelona proponemos realizar una primera visita psicológica con una de las psicólogas que colaboran con nosotros dónde se planteará la mejor manera de abordar la fobia a los pensamientos intrusivos con un plan terapéutico adaptado para cada caso.

En una primera visita realizaremos:

  • Examen exhaustivo y recopilación de información.
  • Diagnóstico y orientación del problema.
  • Plan de trabajo.

Supera el problema


La fobia de impulsión es un trastorno complejo por sus características. Además, la persona que lo sufre tiende a avergonzarse de sus pensamientos por lo que se observa mayor dificultad para asistir a terapia.

Sin embargo, llevamos más de 40 años de experiencia tratando todo tipo de trastornos y malestares, especializándonos en aquellos casos difíciles o resistentes al tratamiento. En el Gabinete Dr. Romeu Barcelona podemos ayudar a liberar a la persona de estos pensamientos que le generan tanto disgusto lo que es de importancia vital para poder vivir tranquilo, sin tormento.

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