Las causas bioquímicas de la ansiedad
La química de la ansiedad
Contenido
¿Qué factores físicos y químicos intervienen en nuestras respuestas de ansiedad? ¿Cómo se desencadenan y porque empiezan a fallar?
La ansiedad como trastorno mental (trastorno de ansiedad) y tal y como se clasifica en el DSM-V puede tener una base química, existiendo un error genético que dificulta la comunicación entre las estructuras cerebrales que se encargan de regular las respuestas adaptativas al peligro.
El sistema límbico, la parte más primitiva del cerebro, se encarga de gestionar las respuestas adaptativas delante de un peligro (instintos de supervivencia) a través de la amígdala. Cuando nos encontramos delante de un hecho muy estresante como un coche que está a punto de atropellarnos, la amígdala envía un mensaje de huida (también puede ser una respuesta de ataque o buscar un refugio) para que podamos salvar la vida. Se trata de la ansiedad, que no es más que una respuesta automática de nuestro cerebro primitivo (de igual manera que reaccionan los animales delante de un peligro) para que podamos escapar de aquello que puede atentar contra nuestra integridad. Al mismo tiempo, la amígdala también ordena a las glándulas suprarrenales que segreguen hormonas del estrés como la adrenalina que sirve para acelerar la respiración y el corazón, dilatar pupilas y tensar músculos.
Cuando una persona tiene diagnosticado un trastorno de ansiedad, a nivel neuroquímico se traduce en que los canales neuronales que regulan las respuestas de huida o ansiedad no están funcionando adecuadamente, son mucho más sensibles y susceptibles de fallar, de manera que quien padece dicho trastorno ve activados dichos circuitos en momentos en los que no es necesario, de forma más elevada o durante más rato de lo necesario.
Los aspectos psicológicos de la ansiedad
La situación no termina aquí. El hecho de tener estos canales o circuitos más sensibles y funcionando de forma errónea llevan al que padece de trastorno de ansiedad a desarrollar secuelas de tipo psicológico, como por ejemplo fobias diversas.
Imaginaos que sufro de este trastorno y que un día estando tranquilamente en un supermercado comprando se activa el sistema de huida y tengo un ataque de ansiedad. Puede ser que si esto me pasa en más de una ocasión, acabe desarrollando miedo a ir al supermercado. La agorafobia es justamente esto, el miedo irracional a encontrarme en un sitio o en una situación en la que no me siento seguro y en la que pienso que puedo tener un ataque de ansiedad.
Por lo tanto, la ansiedad química y la psicológica están relacionadas y se retroalimentan la una a la otra.
¿Cómo afrontar la ansiedad con terapia cognitiva conductual?
Este tipo de terapia se basa principalmente en ayudar al paciente a comprender los mecanismos químicos de la ansiedad y en entender racionalmente los motivos que le conducen a padecer un ataque de ansiedad.
Se trabaja con la persona para que aprenda a detectar los síntomas de la ansiedad y para que pueda desarrollar pensamientos adaptativos que le ayuden a gestionarla adecuadamente.
Por ejemplo, una persona que sufre de fobia social (un tipo de trastorno de ansiedad) piensa que es observado por los demás y tiene miedo de hacer algo que le ponga en ridículo. Estas sensaciones son muy fuertes y crean realmente mucho malestar.
En la terapia cognitiva conductual se analizaría por un lado:
– La situación: “Estoy con un grupo de amigos y uno ha empezado a hablar conmigo”.
– En segundo lugar se analizaría el pensamiento: “Seguro que voy a decir algo absurdo y se van a reír de mi”.
– Y en tercer lugar, las consecuencias de pensar así: En este caso, el pensamiento hace que se active la respuesta de ansiedad y la persona empiece a notar taquicardia, sudor y sensación de nudo en la garganta, de manera que todavía se pone más nerviosa y aun le es más difícil relacionarse con los demás.
A continuación, se vuelve a la situación de origen “estoy con un grupo de amigos y uno empieza a hablarme” y se busca un pensamiento alternativo más objetivo y realista como por ejemplo “no tengo ningún motivo para pensar que voy a hacer el ridículo”. De esta manera, la persona no desencadenará una respuesta de ansiedad.
Este interesante documental nos lo explica de forma muy sencilla.
Helena Romeu Llabrés
Psicóloga Clínica
NCOL 19543
Helena Romeu Llabrés
Formación académica
Formación específica en Hipnosis Clínica.
Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu i Associades.
Título de experto universitario en Terapia Cognitiva.
Universitat Ramon Llull.
Licenciatura en Psicología.
Universitat Oberta de Catalunya.
Licenciatura en Ciencias de la Información, especialidad
en Publicidad y RRPP.
Universitat Ramon Llull.
2 Comments
Me fustaria saber si usar farmacos como valproato sodico y fluexetina son la mejor solucion a la afrontacion basada en la parte psicologica
Muchas gracias por la info realmente, acababa de pasar por un ataque de ansiedad y en el lagrimeo quise saber más acerca del componente química y aquí estoy, pensando en cómo sobrellevarlo, llevo una terapia de compromiso que no es igual a la cognitivo conductual, pero igual inicié para saber si cambiaba en algo y no estoy muy segura si ha habido algún tipo de avance, más estoy feliz de leer la información.