“Mi marido no me entiende. Trabaja demasiadas horas y está poco tiempo en casa. Tengo que llevar el peso de la familia, de los hijos, de toda la logística y me siento sola. Por mucho que se lo digo no reacciona”.
“Mi mujer y yo estamos siempre discutiendo. Cualquier decisión es motivo de pelea, desde qué comemos para cenar hasta a quién le toca pasear al perro. A la mínima que uno de los dos le dice al otro lo que debe hacer éste reacciona con irritabilidad”.
“Desde que nació la niña estamos todo el día peleando. Él no se implica, continúa haciendo la misma vida que antes. Hemos hablado del tema infinidad de veces pero él no reacciona. Ya no sé qué hacer”.
Como psicóloga, a lo largo de mi carrera profesional, he tratado muchos casos de terapia de pareja. Al pensar en ello, me doy cuenta de que la mayoría de los pacientes que vienen, en el fondo, lo hacen por dificultades en la comunicación entre ambos miembros de la pareja.
Comunicarnos adecuadamente con el otro es algo que debemos aprender a lo largo de nuestra vida, no nacemos con esta cualidad. El problema es que, en esta sociedad en la que vivimos, muchas veces no se nos enseña a comunicarnos de manera eficiente. Por lo tanto, una de las demandas más típicas en terapia de pareja acaba siendo esta, aunque, en la mayoría de los casos, los clientes no son conscientes de ello.
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A grandes rasgos, la comunicación de calidad es aquella que alcanza su objetivo principal: conseguir hacer llegar al otro el mensaje que uno quiere transmitir. El problema es que, en muchas ocasiones, aquello que emitimos y queremos transmitir no es la información que el otro percibe.
Entrando más en detalle, una comunicación de calidad tiene las siguientes características:
La caja de las sorpresas: durante la semana, ambos miembros de la pareja escribirán mensajes positivos de la otra persona y los irán depositando en una caja. Al terminar la semana, se abrirá la caja conjuntamente y se leerán los mensajes. Ejemplos de mensajes son “gracias por acordarte de hacer la compra”, “me ha gustado mucho que me abrazaras”, “la tortilla de patatas estaba muy buena”, etc. Con este ejercicio promoveremos el refuerzo positivo en la comunicación de pareja. Cambiaremos las dinámicas negativas por positivas, dejaremos de criticar y potenciar aquello que no nos gusta del otro. Este se sentirá beneficiado y paulatinamente empezará a repetir aquellas conductas premiadas y a la inversa. El clima de la relación será más relajado, se establecerán nuevos lazos y nos sentiremos más cerca del otro.
Resolución de conflictos: Cuando queramos solucionar un conflicto en nuestra relación de pareja, es muy importante saber comunicarlo adecuadamente. Los pasos a seguir son los siguientes:
Helena Romeu Llabrés
Psicóloga clínica
Formación académica
Formación específica en Hipnosis Clínica.
Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu i Associades.
Título de experto universitario en Terapia Cognitiva.
Universitat Ramon Llull.
Licenciatura en Psicología.
Universitat Oberta de Catalunya.
Licenciatura en Ciencias de la Información, especialidad
en Publicidad y RRPP.
Universitat Ramon Llull.
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[…] se encuentren a gusto con la manera de llevar la relación. De nuevo, volvemos a una de las bases: la comunicación de la pareja. Si pretenden solucionarse los problemas ignorándolos, la bola se puede hacer más grande y quizá […]