Problemas bajo el agua
Si alguien nada por deporte o por placer, puede ser muy satisfactorio, pero también puede ser peligroso si se queda con la cabeza bajo el agua durante demasiado tiempo, lo que puede provocar un accidente por asfixia y, en casos graves, incluso la muerte.
El tiempo adecuado para sacar la cabeza del agua puede variar mucho. En los mamíferos, como los seres humanos, la inmersión en agua fría puede causar el reflejo de buceo, que ralentiza el ritmo cardíaco y cierra las arterias de la piel para impulsar la sangre al cerebro y al corazón, lo que permite la supervivencia durante períodos prolongados de inmersión, incluso más allá de 15 minutos. En agua templada o caliente, el tiempo de supervivencia puede ser mucho más corto, de unos pocos minutos.
Uno de los riesgos al ahogarse es que la laringe se cierre repentinamente para evitar que el agua entre en los pulmones, lo que puede dificultar la respiración incluso después de sacar la cabeza del agua.
El ahogamiento es un riesgo significativo cuando se queda la cabeza bajo el agua durante demasiado tiempo, ya que puede provocar una asfixia que en algunos casos puede ser mortal. El tiempo necesario para sacar la cabeza del agua depende de diversos factores, incluyendo la temperatura del agua y el reflejo de buceo, que cierra las arterias de la piel y permite la supervivencia durante inmersiones prolongadas. Sin embargo, existe un riesgo opuesto de que el cerebro desesperado ordene respirar bajo el agua, lo que puede provocar la entrada de agua en los pulmones y una catástrofe. Además, el uso de trajes isotérmicos puede interferir con el reflejo de buceo y aumentar el riesgo de ahogamiento si la persona sufre una lesión en la cabeza y queda inconsciente en el agua. Por lo tanto, estos trajes deben ser utilizados sólo por profesionales o aficionados muy experimentados que estén conscientes de los peligros del agua.
Si alguien bebe grandes cantidades de agua, también puede enfrentar graves peligros, especialmente si es agua dulce, que se absorbe en el intestino y se elimina rápidamente a través del riñón, lo que puede causar graves desequilibrios. Sin embargo, el agua de mar contiene sodio y por lo tanto, es menos problemática en este sentido. A menudo, las personas que mueren en el agua no mueren por ahogamiento, sino por un desequilibrio en el riñón y un repentino fallo cardiaco después de haber bebido demasiado líquido.
Cuando se trata de rescatar a una persona que se está ahogando, lo más importante es intentar reanimarla mediante respiración boca a boca, incluso si es necesario hacerlo en el agua. Si la persona ha ingerido agua dulce, no se debe intentar eliminarla de sus pulmones, ya que se reabsorberá naturalmente. En cambio, si la persona ha ingerido agua salada, colocarla boca abajo puede ayudar a drenar el líquido. Es esencial solicitar ayuda profesional lo más pronto posible y contar con el equipo adecuado para la respiración asistida. Mientras tanto, se debe seguir realizando la respiración boca a boca y el masaje cardíaco de forma constante.
La clave para prevenir todos estos casos es usar el sentido común. No se debe nadar en el mar si las condiciones no son adecuadas o si uno se siente agotado al nadar mar adentro. Se debe nadar en grupos, y al menos una persona en el grupo debe ser experta en natación y socorrismo. Es mejor evitar comer antes de nadar, ya que puede causar mareo y náuseas mientras se está nadando. Por otro lado, si se come antes de nadar, se puede correr el riesgo de sufrir un síncope debido al esfuerzo, ya que la sangre y el oxígeno deben ser distribuidos entre el cerebro y el sistema digestivo. Los niños deben usar algún tipo de protección, como un chaleco salvavidas, y siempre deben estar dentro del campo visual de un adulto. Se deben tomar precauciones adicionales en los ríos, especialmente si hay aguas bravas o remolinos. En deportes de aventura, como el rafting, se debe evitar participar a menos que uno conozca bien el río y las condiciones. Si alguien inexperto desea experimentar el rafting, debe hacerlo en verano, cuando las aguas están más tranquilas. Aunque el rafting en verano puede ser más fácil, es importante tener un gran respeto por el río y recordar que no hay garantías. Un factor de prevención adicional en estos casos es el seguro de vida que se obtiene automáticamente al inscribirse en un deporte de aventura, y que exime a los monitores de cualquier responsabilidad en caso de accidente, ya que se asume el riesgo de participar en la actividad.
- Hay que comer y beber poco antes de nadar.
- Los niños deben ser sometidos a vigilancia, en cualquier situación. Pensemos que una bañera con 20 cm de agua puede ser mortal para un niño de menos de 1 año.
- Es prudente nadar solamente en lugares donde hay personal de vigilancia.
- Nunca se debe nadar solo en el mar. Al menos una de las personas debe ser un nadador experto y conocer las técnicas de salvamento.
- Los no nadadores y los niños pequeños deben ir con chaleco salvavidas cuando están cerca del agua.
- Los niños deben aprender a nadar lo antes posible.
- Los adultos deben ser instruidos en técnicas básicas de reanimación.
Helena Romeu Llabrés
Formación académica
Formación específica en Hipnosis Clínica.
Gabinet mèdic i psicològic Dr. Romeu i Associades.
Título de experto universitario en Terapia Cognitiva.
Universitat Ramon Llull.
Licenciatura en Psicología.
Universitat Oberta de Catalunya.
Licenciatura en Ciencias de la Información, especialidad
en Publicidad y RRPP.
Universitat Ramon Llull.